Cómo funciona la PPrE

Hoy estamos aquí para hablar de una feroz guardiana en el mundo de la prevención del VIH, una diva llamada Profilaxis preexposición, o como la llaman sus fans, PrEP. Imagínate esto: eres seronegativo y este pequeño accesorio (una píldora diaria) podría mantenerte así aunque te acerques al virus. Lárgate, VIH, porque este guardián obtuvo la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. en 2012. ¿Cómo funciona la PPrE?

El travieso baile del VIH

Ahora bien, el VIH es una vieja reina tramposa que no respeta las defensas de tu cuerpo. Se mete de lleno en tu sistema inmunitario, echando el ojo a esos preciosos glóbulos blancos, los que llamamos leucocitos, que suelen estar bailando como locos, defendiéndote de infecciones y enfermedades.

¿Los bailarines específicos de la lista del VIH? Células CD4, también conocidas como células T o células auxiliares. Son los bailarines principales de la coreografía de su sistema inmunitario. El VIH engaña astutamente a estas células CD4, atrayéndolas a su propia pista de baile. Una vez allí, el VIH toma protagonismo y convierte estas células trabajadoras en su patio de recreo personal. El virus infecta las células CD4, secuestra su maquinaria y las obliga a cumplir sus órdenes. Es como una pareja de baile taimada que roba el protagonismo y se apodera del espectáculo.

Cuando el VIH toma el control de las células CD4, la coreografía del sistema inmunitario se ve alterada. El número de células CD4 empieza a disminuir, lo que debilita la respuesta inmunitaria y deja al organismo vulnerable a otras infecciones y enfermedades. Sin esas células CD4 que acaparan los focos, el VIH no puede llevar a cabo su destructiva rutina.

A medida que el VIH se multiplica dentro de las células CD4, se propaga por todo el cuerpo, buscando nuevos bailarines a los que infectar y continuar su maliciosa rutina. Este ciclo continuo socava gradualmente el sistema inmunitario, dejándolo comprometido e incapaz de librar una lucha feroz contra infecciones y enfermedades.

PrEP: El detalle de seguridad contra el VIH

Ahora bien, ¿por qué la PPrE es la reina del baile? Si el VIH intenta colarse en tu fiesta, la PPrE se queda en la puerta, negándose a dejar que este invitado indeseado entre y extienda su negatividad. ¿Su secreto? Un popurrí ininterrumpido de dos divas antirretrovirales (tenofovir y emtricitabina) en tu torrente sanguíneo. La PPrE es una dosis diaria de positividad, a menudo en armonía con otros refuerzos contra el VIH.

El tenofovir y la emtricitabina actúan como potentes inhibidores, interrumpiendo el proceso de replicación del VIH. Se dirigen a una enzima llamada transcriptasa inversa, de la que depende el VIH para copiar su material genético y propagarse. Al bloquear este paso crucial, la PPrE detiene el virus en seco, impidiendo que se instale en el organismo y extienda su dañina rutina.

Piensa en la PPrE como tu dosis diaria de positividad, que te permite tomar el control de tu salud sexual y tu bienestar. Al tomar sistemáticamente la PPrE, te aseguras de que estas divas antirretrovirales estén siempre presentes, listas para protegerte de cualquier posible exposición al VIH. Es como tener tu propio guardaespaldas personal, que te mantiene seguro y confiado.

 

Coherencia

La constancia es la clave del éxito, queridos, y con la PPrE no es diferente. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han hecho números y su veredicto es que la PPrE podría reducir el riesgo de infección por VIH en un asombroso 92%. Pero recuerda, la PPrE es para la prevención: si ya eres seropositivo, no es el programa adecuado para ti.

Nuestra deslumbrante PrEP suele tardar entre 7 y 20 días en poner su detalle de seguridad tras la primera dosis. Para asegurarte de que sigue brillando con luz propia, deberás realizar revisiones periódicas con tu médico, normalmente cada uno o tres meses.

Recordad, queridos, que la PPrE no es más que una lentejuela en el vestido de la prevención del VIH. Es más eficaz cuando se combina con otras prácticas seguras.

¿Qué ocurre con otras ITS?

Esto es lo que hay: La PPrE es muy eficaz, pero no protege frente a otras infecciones de transmisión sexual (ITS). La PPrE no funciona así. Ahí es donde entran en juego los preservativos. Son como tus bailarinas de refuerzo, que trabajan junto con la PPrE para darte esa capa extra de protección. Así pues, ten a mano los preservativos y utilízalos sistemáticamente, sobre todo si mantienes relaciones sexuales con parejas cuyo estado serológico respecto al VIH se desconoce o si corres un mayor riesgo de contraer otras ITS.

La comunicación es clave. Hable abierta y honestamente con sus parejas sobre su estado serológico respecto al VIH y su historial de pruebas de ITS. No siempre es fácil mantener estas conversaciones, pero son necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de todos. Recuerda que se trata de mantener una cultura de consentimiento, confianza y diálogo abierto en tus relaciones.

Las pruebas regulares del VIH siguen siendo una parte esencial de tu rutina, incluso cuando tomas la PrEP. Hágase las pruebas con regularidad, al menos cada tres meses o según le recomiende su profesional sanitario. Esto ayuda a controlar su estado y a detectar a tiempo posibles infecciones. El conocimiento es poder, querida, así que mantente al tanto de tus pruebas.

Por último, manténgase en contacto con su profesional sanitario. Son tu equipo entre bastidores, están ahí para apoyarte en tu viaje con la PPrE. Las revisiones periódicas garantizarán que reciba la atención adecuada y que se controlen los posibles efectos secundarios. Si tienes alguna duda o pregunta, no dudes en ponerte en contacto con ellos, cariño.

Como todas las cosas buenas, la PPrE no es para todo el mundo e incluso podría tener algunos efectos secundarios o consecuencias a largo plazo para algunas personas. Pero no dejes que eso te asuste, cariño. El conocimiento es poder, y cuanto más sepa, mejor preparado estará. Ahora, sashay, ¡fuera, mantente a salvo y fabuloso!

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Kirby Altizer

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